Pese a no llevar escritos muchos artículos en este blog, la palabra Diseño Inteligente aparece por todas partes.

Su interpretación es bastante intuitiva: se trata de una planificación de un proyecto trazado con maestría y realizado con exactitud milimétrica.

Como ya he dicho anteriormente, la mayor parte de gente que defiende esa «teoría», atribuye a Dios el papel de diseñador e ingeniero. Un ingeniero muy superior a cualquier diseñador humano.

Todo ingeniero, lo que intenta con su diseño, es que sea lo más útil y eficaz posible, y que, además, sirva para todas las aplicaciones en las que pueda ser usado.

Pero cuando miramos a la naturaleza, la cosa cambia.

No me refiero a si en la naturaleza podrían hacerse mejor o peor las cosas. Sino a que, si realmente existió un plan trazado con una precisión milimétrica, las chapuzas abundan por doquier. Y no hablo de mutaciones o malformaciones en seres que, de otra manera, serían «normales» e iguales a sus congéneres. Veamos a qué me refiero.

Todos sabemos lo que es un herbívoro. Animales, generalmente, que se alimentan de materia vegetal. O más específicamente, que no se alimentan de animales.

Pues bien; dentro de los animales vertebrados, por ejemplo, los mamíferos tenemos dos clases generales de herbívoros. Los rumiantes (vacas, gacelas, ovejas, cabras, antílopes, camellos, jirafas…) y los que no lo son (caballos, elefantes, tapires, rinocerontes, hipopótamos, liebres…).

Como es sabido, de forma general, los rumiantes tienen el estómago dividido en cuatro compartimentos para poder digerir mucho mejor la hierba de lo que harían otros animales, como nosotros, por ejemplo.

El cómo lo hacen es así: primero comen la hierba u hojas, la tragan y la pre-digieren en su estómago. Posteriormente (pasado un tiempo) la regurgitan, o la devuelven, para masticarla de nuevo y así poder digerir casi al completo todo el alimento que hayan tomado. Así pueden aprovechar mejor la comida que se lleven a la boca.

Es decir, maximizan y optimizan todas las posibilidades nutricionales que la materia vegetal les puede ofrecer.

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Tipos generales de sistemas digestivos en mamíferos. Rodeados en rojo las partes especializadas en digerir vegetales.

En cambio, los caballos y otros herbívoros no lo hacen así. No rumian el alimento, aunque sí que tienen el aparato digestivo preparado para comer hierba, claro. Lo que ocurre en este caso es que el compartimento del tubo digestivo que les ayuda a procesar la comida no está en el estómago, sino después de este. En unas prolongaciones laterales del intestino llamadas ciegos.

De hecho, si le preguntáis a cualquier granjero, os dirá que siempre sale más caro mantener una cuadra de caballos que un establo de vacas. Principalmente porque para alimentar a un caballo hace falta más comida, a proporción, que para una vaca.

Mención aparte de los excrementos de los dos citados animales. En un excremento de caballo se pueden ver todavía briznas de hierba sin digerir completamente, mientras que en el de una vaca, es una plasta homogénea. El alimento ha sido mucho más procesado (digerido) eficazmente.

Y voy más allá.  Existen muchas aves que se alimentan de hierba y semillas: patos, ocas, palomas, gallinas, pavos… Estos ni tan siquiera tienen dientes para poder masticar. Y debido a eso tienen que tragar pequeñas piedras para ayudarles a machacar y digerir los alimentos. No hablemos ya del resto de su sistema digestivo…

Entonces se me ocurre a mí: ¿por qué, si todos se alimentan de hierba, tienen formas tan diferentes de procesar y aprovechar el alimento? ¿No pudo haberlos hecho iguales este «ingeniero divino» para que se puedan alimentar del mismo modo? ¿O es que acaso el ingeniero está en primer curso de carrera aun y sólo está experimentando?

Todo el mundo sabe que las plantas, para hacer la fotosíntesis (proceso por el cual y gracias a la luz convierten o sintetizan compuestos orgánicos, que les sirven para obtener su alimento y otros materiales, a partir de materia inorgánica), necesitan de unos orgánulos llamados cloroplastos. Y si no lo sabías, ahora sí.

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Los cloroplastos en las células vegetales. Fuente: aquí.

Estos orgánulos son pequeñas estructuras que están dentro de todas las células que componen las hojas. Son, por así decirlo, como minicélulas dentro de la célula. Salvando las diferencias, claro.

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Interior de un cloroplasto y sus funciones generales.

Pero resulta que hay otros organismos que también hacen la fotosíntesis y que no tienen esos cloroplastos a los que antes me refería. Son unas bacterias llamadas cianobacterias (antes eran llamadas algas verde-azuladas, pero no son plantas propiamente dichas). Y suelen vivir dentro del agua (mares, lagos, charcos) o en ambientes con muchísima humedad.

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Cadena o filamento de cianobacterias

Estas algas hacen la fotosíntesis ellas solitas. No necesitan de estos orgánulos ya que es como si ellas mismas fuesen esos propios cloroplastos. Y sobre esto ampliaré más información en otro post. Pero vayamos poco a poco.

¿No podía haber hecho el ya mentado ingeniero a las plantas terrestres iguales? ¿Qué tipo de diseño es este? ¿Es una broma?

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Suelo cubierto de cianobacterias.

 

Pongamos otro ejemplo más: los parásitos.

Todos sabemos que un parásito nunca trae (ni trama) nada bueno. Incluso la frase «eres un parásito social» se usa con tono despectivo y ofensivo.

Un organismo parásito es aquel que coloniza otro organismo y el cual sale perjudicado, bien por la causa de alguna dolencia o enfermedad, o directamente la muerte.

Como ejemplos podemos citar: piojos, tenias, pulgas, hongos, algunas bacterias y otros microorganismos que provocan enfermedades (neumonía, tuberculosis, lepra, rabia…), etc.

¿De verdad un ingeniero, cuando diseña algo, lo hace para que su creación sea destruida de la forma más fácil? Y no me sirve como ejemplo el arquitecto apellidado Calatrava…

Pero en lo referente a diseño chapucero, más que un ser infinitamente inteligente, parece el diseñador de la Estrella de la Muerte en Star Wars (la Guerra de las Galaxias, para los menos avispados).

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¿En serio crees que sigue siendo un buen diseño, Darth Vader?

Y lego viene lo máximo de la rareza: los pezones. En los mamíferos tanto machos como hembras tenemos pezones. En las hembras el motivo es obvio; dar de mamar a los recién nacidos.

¿Pero en los machos? ¿Qué utilidad tienen? En serio, todos los que tengáis perros o gatos machos, acariciadles la panza. Podréis comprobar que, al igual que sus correspondientes hembras, ellos también tienen pezones.

¿En serio, creéis la existencia de un Diseño Inteligente que rebosa numerosísimos errores o diseños innecesarios?

Evidentemente sólo he planteado cuatro casos (los que se me han ocurrido primero) respecto a las imperfecciones y errores cometidos por un supuesto ingeniero superior a nosotros. Hay muchas más, y de vez en cuando los iremos revisando, preguntándonos si realmente las formas de vida existentes (y las que existieron) arrojan muestras de que exista un plan divino, o superior a las propiedades de la vida.

Una respuesta a “«ERRORES» DE DISEÑO

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